lunes, 26 de marzo de 2012

Cinco de la madrugada



Cinco de la madrugada…
Y la sombra sutil de una vela
que pareciera que se apagara.


Aferrada a los recuerdos,
esos,
que mantiene viva mi
llama.

Me traje tanto…
Tanto me traje que lo atesoro en mi alma,
tanto doy que por amor me visto de calma.

Cinco de la madruga…
Escucho el silencio de tu voz
en esta noche callada
.

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